miércoles, 15 de abril de 2015

Una cerveza de domingo

Y me doy cuenta que la soledad es mi mejor compañera de domingo, estoy algo ahuevada, algo ebria, algo vuelta mierda, siento que nada siento y tengo la ligera sospecha que soy un maldito títere de la vida, que tengo el corazón tirado en la basura, un vil personaje sin emociones ni dolores,  extraña, alguien que ni el viento toca, ensimismada en mi mundo roto y difícil de comprender, que escupo y desarmo cuando no aguanto saber que no existe, una pendeja cuyo tornillo desapareció, que detesta su realidad que nada la hace feliz, que se alimenta del vacío, que no tiene refugio en otros brazos, que solo sirve para absorber vidas, para marcarlas … una chica que huele a melancolía y a alcohol, una chica que está enferma de soledad.